Sin lugar
Daniel Yacubovich
03/04/03. (Sala 211)
Ha diseñado y realizado sillas inspiradas en sus experiencias como inmigrante; la instalación de estas sillas, “Sin lugar Singular”, se llevó a cabo en La Sala Vinçon.
Daniel Yacubovich explica así el concepto de la exposición:
“La silla es un objeto concreto de diseño que pone de manifiesto las relaciones tradicionales entre presentación y representación. Tiene una función material, estética, pero también simbólica, ya que también es un lugar, pero no sólo físico. Por eso decimos “Este lugar está ocupado” o “Resérvame el lugar”, y el célebre dicho “El que se fue a Sevilla, perdió sus silla”. Aquí se sustituye el asiento por un lugar, en este caso la ciudad de Sevilla. Al decir estas frases es como si una situación histórica volviera a manifestarse en la dicotomía sedentario / nómada y se manifestara en nuestra relación simbólica y física con el objeto”.
“Este objeto ha sido parte de la instalación Sin lugar Singular en La Sala Vinçon en Barcelona. El proyecto fue fundado tanto en experiencias artísticas como del mundo del diseño de los objetos. Las diferencias que podían contener el origen artístico y el del diseño, constituyó el motor de una dialéctica que me permitió forjar su lenguaje creativo. Con este trabajo me interesó tratar nuestra actitud hacia el mundo, muy condicionada a los lugares que ocupamos, nuestros destinos y nuestras procedencias. El objetivo final fue marcar un objeto que asume en su diseño y en su uso características de lo utópico, ya que una parte del objeto es sedente y otra parte es nómada”.
“En el año 2004 diseñé una serie de asientos, sillas que fueron instaladas en el espacio de La Sala Vinçon de Barcelona bajo el título de Sin Lugar – Singular.
La silla emblemática de la instalación tenía cuatro patas, cuatro travesaños y dos brazos que se incrustaban sobre la extensión de las 2 patas traseras en la altura del respaldo. Pero la silla no tenía ni asiento ni respaldo. Era una estructura muy minimalista, soldada con varillas de hierro de catorce milímetros de diámetro. Era una escultura para cualquier lugar, que podía tornarse un objeto funcional para una persona individual, al igual que el tronco o la piedra en el camino. El asiento y el respaldo de esta silla escultura eran el abrigo de cuero que yo llevaba puesto encima en el momento de entrar a la sala. El primer procedimiento fue quitármelo y encajarlo en la estructura y sentarme sobre el abrigo. El abrigo también estaba diseñado para soportar mi peso. Al finalizar la exposición, volví a desvestir la silla, me puse el abrigo y me marché a otro lugar. Los que hemos realizado viajes y hemos emigrado desde nuestra tierra original llevamos con nosotros aspectos y contenidos que se manifiestan en el seno de las sociedades a las cuales nos integramos en una u otra medida. El hecho fundamental es la ruptura entre dimensión nómada y dimensión sedente. Esta ruptura se debe manifestar de forma simbólica pero también física en la proyección del objeto, sin lugar singular”.
“La segunda silla que participaba en la instalación Sin Lugar- Singular era la silla negra Samsa, de cuyos brazos se prolongaba una extensión de alambres cubiertos de goma espuma que podían transformarse espacialmente. Esta es otra metamorfosis espacial y real del cuerpo y basada en el relato de La metamorfosis de Kafka. Es una metáfora de otra metamorfosis que busca fundirse con al cuerpo del usuario desde el viaje que culmina en el asiento. La migración nos transforma desde dentro. El cambio de espacio y de adaptación a una nueva realidad hace que tengamos que mudar una piel y comenzar a vivir con otra nueva. Esta silla, aunque algo extraña en su apariencia, es adecuada para que gente mayor con minusvalías físicas pueda manipularla fácilmente a la vez que se ejercitan físicamente y crean formas diferentes con los alambres cubiertos de goma espuma”.
“La tercera silla que había en la exposición era Paciencia. Está cubierta de un cuero rígido, que a lo largo del tiempo y con el uso, se va adaptando a la forma de asiento de la persona particular, a modo de zapato que se va acomodando con los pasos que se suman. Esta fue la primera versión y de ella existe la más alta y la de tipo butaca”.
(Extractos del libro del autor “Adaptación a Utopía).
Artista multidisciplinar. Cursó estudios de pintura, dibujo y litografía, en academias de arte en Tel Aviv. Estudios de arte contemporáneo en la Universidad abierta de Tel Aviv. Licenciado en Diseño Multidisciplinar por la Universidad Ramon Llull. Profesor en la Escuela Superior de Diseño, ESDI, de la Universidad Ramon Llull. Asignatura: Teoría y Taller de la Forma y el Color. Imparte clases de Arte en su estudio.